Al tomar las riendas de la Maison en 1977, Marie-Claude Lalique logró hacerla más femenina y de moda. El sentido del movimiento y el amor por el color en sus magníficas esculturas realmente les dio vida. Los tonos ricos y alegres de Mandarin y Prune expresan la personalidad vibrante de la propia Marie-Claude Lalique.
La especia de la pimienta negra y el calor del jengibre animan las notas más jugosas y resaltan la sensualidad del absoluto de jazmín. Las notas de corazón, llenas de flores y frutas, finalmente ceden a un suave lecho de ámbar, sándalo y madera de cachemira.
Notas de Salida: Mandarina, Pimienta negra y Jengibre.
Notas de Corazón: Ciruela, Acorde afrutado y Absoluto de jazmín.
Notas de Fondo: Ámbar, Cachemira y Sándalo.
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